Destino:Algo de lo que no puedes escapar || Priv. Lycus Vitae

No hay dónde huir en este lugar, mi cuerpo no responde por más que lo intento, es como si algo me tuviera amarrada mientras aquellas flamas son cada vez más grandes. El calor se hace insoportable, me cuesta mucho respirar…Empiezo a toser, sé que este es mi fin ¿Qué se le va a hacer? Hace mucho que superé el miedo a la muerte, estoy preparada para ello. Cierro mis ojos, esperando a que las llamas me consuman…

Pero no pasa nada…Sólo se escuchan pisadas…

Abro los ojos sorprendida, una gran silueta camina entre las llamas, éstas no le hacen daño ¿Por qué? La silueta se hace cada vez más grande, es como una sombra, no puedo reconocerlo y de pronto algo brilla…De color verde…No puede ser …Esos ojos…Él….¡¡ÉL!!

-¡Lycus!- Grito depertando de mi sueño profundo, totalmente alterada. Estoy en mi habitación totalmente a oscuras. No logro tranquilizarme pues rara vez tengo sueños y cuando suceden es que algo grande va a pasarme, son como proféticos. Al principio los ignoraba pero ahora me concentro totalmente en ellos ¿Que me quizo decir este sueño? Desde hace años que trato de olvidar a ese hombre, repitiendome a cada rato que quedo junto con mi pasado. Ahora me encuentro rehaciendo mi vida, por tercera vez, tal vez.

Me levanto de la cama dirigiendome hacia las espesas cortinas, las recorro son temar a encontrarme con la luz del día y es que mi cuerpo tiene un mecanismo, el cual hace que me despierte cuando la noche reina totalmente el cielo. Al recorrerla, la luz de la luna ilumina mi habitación. Tal vez un baño me calmaría y quitaría esta extraña sensación, tenía que calmarme, hoy iba a ser otro día de trabajo. Camino hacia el bañoy abro el agua caliente, mientras espero a que esté a una buena temperatura me miro al espejodel lavabo. Mi rostro está muy pálido, más de lo normal, debe de ser por que no he probado alimento alguno en días; tal vez por el hambre es que empecé a tener estas alucinaciones que confundía por sueños pero realmente a quien engaño, quería hacerme creer eso pero lo cierto es que fue un sueño, muy vivido, en fin. Comienzo a concentrarme en otras cosas de mi rostro como mi cicatriz, aquella que me recuerda constantemente lo despreciable que es la humanidad y lo que me hicieron. Luego paso a ver mis ojos…Color verde…cuando era humana no eran de ese color, no recuerdo cual exactamente pero el verde no…

-Maldita sea…- Susurro frunciendo en entrecejo para después romper el espejo de un puñetazo, no quería verme, no el día de hoy. Me quedo quieta por un momento, pedazos de vidrio se me clavaron pero es más mi odio que el dolor pasó a un segundo termino. Chaqueo la lengua, necesitaba controlarme, yo no soy así, ya no más impulsividad. Con la otra mano comienzo a quitarme pedazos de vidrio y meterme por fin a la ducha. No es necesario que me despoje de prenda alguna pues me gusta dormir sin ropa.

El baño fue tranquilizador pero no tanto, aún siento una opresión en el pecho. Camino por la ciudad de manera despreocupada pues has ahora no hay nada que haga que esté en total alerta. Una pequeña caminata antes de llegar al cuartel general me haría sentir mejor. Al ser ya noche no había ni un alma en la calle, eso es lo que me agradaba. Pasé por un callejón y un bulto se movió, mire de reojo y vi que era uno de esos vagabundos por lo que no le di importancia y seguí, él parecía ser que yo no le daba igual pues se levantó y comenzó a caminar a mi lado mientras extendía la mano pidiendo un poco de dinero- Piérdete- Fue lo único que le respondí, de manera cortante y fría sin detenerme. Él seguía suplicando por algo de dinero o de comer pero lo que realmente estaba haciendo era tener una excusa para verme el pecho. No estaba de humor por lo que si seguía insistiendo lo mataría, además el olor pestilente que tenía comenzaba a darme nauseas.

Lo siguiente que pasó fue la gota que derramó el vaso. Fue tanta su necesidad por el contacto con una fémina que sus manos llenas de mugre tocaron uno de mis pechos, casi enseguida reaccioné jalándole y arrastrándole hacia un callejón, lo pegué a la pared de un golpe al parecer fuerte por que comenzó a toser. Mi mano sostenía su cuello ahora y lo elevé algunos centímetros del suelo- Ese fue el peor error que cometiste en tu vida asqueroso sin hogar-Al hablarle mis ojos se veían más salvajes y mis colmillos sobresalían, apreté más su cuello para que no pudiera hablar- No me alimentaré de tí pero me encantará verte partido en dos…

Las calles de Shadow City:

*No hace mucho la noche había caído sobre Shadow City, el aroma era fresco eso decía que podría llover mas adentrada la noche y Lycus se encontraba caminando por sus calles, el viento movía su gabardina lentamente con cada paso que daba, la gente caminaba a su alrededor pero parecía que el se movía a un ritmo completamente diferente como si estuviera en otro tiempo o dimensión, sus ojos miraban a la gente que pasaba con desigualdad y hasta un poco de desprecio, un ser superior caminando entre ganado y ese ganado le impedía encontrar a  la persona que buscaba.

Después de su despertar el vampiro paso noches enteras conociendo el nuevo mundo, la nueva tecnología,  muchas cosas eran impresionantes para el, las nuevas armas de fuego, eran mas rápidas que las que el conocía y el portar "armas blancas" era un delito ahora, siempre le agrado aprender de las nuevas épocas pero una de las cosas que mas le agradaba era la incredulidad de la gente ante los seres sobre naturales, a diferencia de que en el pasado les cazaron ahora aunque estos caminaran a su lado como si nada ellos no lo sabían o los creían leyendas o cuentos y en Shadow city la gente era mas incrédula aun, creían que la guerra había acabado que los shadow se habían desintegrado...pobre e inocente ganado....la guerra esta apenas empezando.

"...Tamar..." ese nombre retumbo en su cabeza de un lado a otro varias veces...."que habrá sido de ti, donde estarás chiquilla mía..." comento mientras prendía un cigarro, ella había sido uno de los motivos por los cuales llego a Shadow city había seguido su pista hasta ese lugar estaba dispuesto a explicarle la verdad quisiera ella escucharla o no así se quitaría un peso de encima; exhalo el humo lentamente a la ves que sentía la humedad en su rostro miro hacía arriba y vio como las nubes comenzaban a formarse queriendo eclipsar a la hermosa luna que había esa noche, las sombras se agitaron avisándole de algo a Lycus, la oscuridad era parte de el las sombras eran sus ojos sus aliados cerca de ahí se encontraba alguien que podría ser a quien el buscaba, una media sonrisa ilumino sus labios a la ves comenzaba a caminar a donde las sombras le indicaban habían pasado fácil 100 años quizás hasta mas desde la ultima ves que la vio, paso 300 años a su lado pero aun así como niña chiquita no le dejo explicar la situación y se alejo de el, sería interesante cuando lo viera seguiría resentida, se sorprendería de aun verlo vivo ? eran muchas preguntas pasando por la cabeza de Lycus pero aun así su rostro no cambiaba, tranquilo quizás hasta frío aunque la sonrisa en sus labios demostraba excitación.

Las sombras lo llevaron a un oscuro callejón sombrío, silencioso salvo por la tos de un hombre al borde de la muerte y ahí estaba ella, su cabellera roja como el fruto mas delicioso, ahí estaba esa cicatriz que tanto le gustaba en ella y de nuevo sus nervios la tenían a punto de matar una sucia rata, no era la primera ni sería la ultima ves que eso ocurriera, ahí cubierto por las sombras se quedo observándola mientras sus ojos brillaban con la luz de un cazador*

Manchando tus bellas manos con basura callejera, no te enseñe a no hacer eso....Tamar?...

Mientras lo sostenía el pobre vagabundo luchaba con todas sus fuerzas,desesperado y temeroso. Su instinto de supervivencia despertó, sintiendo cómo todo en su cuerpo la adrenalina aparecía. Ver tanta desesperación en alguien ajeno aliviaba mi alma podrida, podría llevármelo a otro lugar y tomarme mi tiempo para ver hasta donde su espíritu y su cuerpo aguantaban.

No, no iba caer más bajo haciéndole daño a lo más insignificante de la humanidad, hay que matarlo sin más. Estaba a punto de hunir mis manos en su abdomen pero algo me distrajo. La luna desapareció tras unas nubes y pequeñas gotas caían del cielo, sabía que no iba a tardar en llover fuerte, maldición, y yo que me había bañado. En fin, solo hay que matarlo y buscar un refugio o correr hasta el cuartle general, al cual llegaría en un parpadeo debido a la gran velicidad que poseo.Ya sin perder más tiempo le clavé mi mano, la sangre no se hizo esperar pero no era la que deseaba. Estoy segura que si no le hubiera lastimado la garganta su grito se oiría a mas de una cuadra pero me conformaba con ver la expresión de dolor y shock en su rostro, junto con la sensación de sus entrañas en mis dedos. En medio de este espectáculo pude escuchar con toda nitidez a Lycus, regañandome, como siempre lo hacía en mis primeros años de no-vida. Un escalofrío recorrio mi espalda.

-“Es por el hambre”- Pensé, pero no, algo en mí decía que ahí estaba, si volteaba iba a comprobarlo pero otra parte decía que ignorara esa sensación. No podía quedarme así por lo que giré mi cabeza con lentitud y lo vi…Parado muy cerca de mí debido a los estrecho del callejón…Debía ser una ilusión-¡Cállate! El imbécil me tocó- La lluvia comenzó, mi cabello mojado cubrió la parte derecha de mi rostro. En un impulso moví mi mano, de tal manera que partí en dos al pobre hombre colgándole los intestinos, mi único ojo visible estaba posado en el otro. Lo único bueno de la lluvia era que limpiaría gran parte de la sangre antes de que alguien lo encontrara. Aunque fuera una ilusión tenía cosas que decirle.

-Tú no tienes nada que hacer aquí, desaparece. Hace dos siglos que decidí separarme de tí, de tus mentiras y manipulaciones- Ahora presté atención a la mitad del vagabundo que seguía sosteniendo. Le arranqué el corazón y tire el resto del cuerpo sobre unas bolsas de basura. Con todas las fuerzas que me permitía mi coraje le aventé ese corazón tan dañado por los pocos del humano-Toma, este es el único corazón que te puedo ofrecer-Casi enseguida que lo aventé salí del callejón, si se tratase de una ilusión seguro lo atravesaría pero si no…Por eso salí rápidamente, no quería averiguarlo. Necesitaba encontrar alimento, después ir al cuartel general olvidando esta pequeña alucinación. La lluvia ya estaba en segundo término, no me molestaba

-Tú no eres real, tú seguro ya te estás carbonizado…

*Ahí estaba aquel pobre hombre tratando de sobrevivir a aquella hermosa criatura que le detenía desde el cuello, se podía ver sus venas levantarse por la presión que generaba su estrés, la sangre corriendo con fuerza a trabes de estrés, hacía las manos hacía el cerebro, hacía el corazón.... la mirada de desesperación en el hombre llego a un punto en el que el miedo se vio superado por un fuerte deseo de sobrevivir, su respiración era mas y mas fuerte con cada desesperado jadeo que daba, pensaba pelear por su vida, fue entonces cuando de un de un solo movimiento su abdomen fue perforado por la mano de aquella bella mujer, la sangre comenzó a caer en el suelo, lentamente como la lluvia que no tardaría en caer; Lycus se movió dos pasos a un lado evitando que la sangre manchara sus botas*

¿se atrevió a tocarte? *comento confundido al escuchar tal barbaridad; ante los ojos de un ser superior como el o ella alguien tan miserable como aquel hombre no era digno de tocarla* ya tardaste mucho, entonces si hubiera estado yo, bien sabes que el ya estaría muerto desde el momento en el que te toco o por lo menos no tendría su mano* comento lleno de orgullo, fue ahí donde el hombre se vio partido en dos por las manos de ella y sin pasar mas ella comenzó a desahogarse ante el, diciéndole todo aquello que le hacía enojar.

Cada palabra quitaba la sonrisa de los labios de Lycus, "dos siglos" en verdad había pasado tanto de un momento a otro ella le lanzo el corazón del vagabundo diciendo unas palabras fuertes para el "Toma, este es el único corazón que te puedo ofrecer".

El cazador y su presa:

Con un movimiento tan rápido como el de ella atrapo el corazón con una mano, lo miro por menos de un segundo con desprecio con sus ojos verdes brillando como los de un lobo apunto de atacar, apretó el puño con fuerza destruyendo aquel resto del humano y dejándolo caer como regalo a las ratas o los perros callejeros pero ella ya no estaba ahí, no era que le importara eso tenía su aroma tenía su pista, no corrió tras ella simplemente se metió en las sombras y salió justo enfrente de donde ella se dirigía tomándola por sorpresa y arrinconándola contra la pared*

ahhh pero claro que soy real *dijo tomando las manos de ella por las muñecas y levantándolas sobre su cabeza dejándola completamente indefensa* y es cierto ese era el único corazón que me puedes ofrecer... pues el tuyo sigue siendo mío y siempre lo será.......por cierto... te haz vuelto algo lenta...*la miro a los ojos, esos esmeraldas y brillantes ojos como los de el, era una araña mirando a su enemigo, paralizándolo, no le gustaba jugar ese juego con ella...a quien engañaba le encantaba someterla de esa manera y jugar con su "inocente" mente* no haz comido bien verdad....lo puedo ver en el color de tu piel... en tus ojos no brillan como deberían...

*Levanto la mano libre, aquella mano manchada en la sangre del vagabundo cuando detuvo el corazón y lo reventó, la sangre se lavaba lentamente con el agua de la lluvia cayendo al suelo en gotas diluidas de un ligero color carmesí* no creas que te daré esta porquería de beber jamas te deje alimentarte de ratas como esa....*llevo la mano a su boca y lamió la palma limpiando la sangre de aquel vagabundo, hizo un gesto a asco y escupió la sangre de lado, para todo esto la mirada de Lycus nunca se aparto de los ojos de Tamar, mordió aquella parte que acababa de limpiar con fuerza y una sangre aun mas roja mas intensa comenzó a brotar en su palma y comenzó a caer en gotas al suelo la acerco a Tamar aun mirándola a los ojos*

vamos bebe, son mas de doscientos años que no pruebas la sangre de tu maestro...sabes que quieres... mas...si quieres tener la fuerza para encararme como tus ojos lo demuestran...

Sólo me dio tiempo de detener mi caminar cuando aquel gran cuerpo apareció enfrente. Si tan sólo esta noche hubiera comido fácilmente podría correr, muy lejos, dándome tiempo por que era casi imposible escaparse de él y de sus sombras. Un leve quejido di cuando me acorralo contra la pared, mi ojo visible estaba muy abierto. Ni siquiera intenté liberarme de su agarre por el simple hecho de que mi cuerpo no respondía, sólo lo escuchaba con total atención. La lluvia no cesaba y el sólo hecho de que pudiera tocarme me daba a entender, como un fuerte golpe de realidad que no era una illusion a pesar de que repetía en mi mente que no era verdad, como si de esta manera pudiera hacerlo realidad pero ¿A quien engañaba? El volver a verlo me desubicaba totalmente.

Maldita sea ¿Por qué ahora que decidí quedarme en este lugar mucho tiempo aparece él? ¿Es acaso mi maldición personal? Por supuesto que si, firmándolo en la noche en que me convirtió en un ser de oscuridad, no solo vendi mi alma a la oscuridad, también a él-Ja, no es por que tienes el mío. Es por que yo no tengo corazón- Dije de manera seria y firme, para que entendiera de una buena vez que antes podría haber tenido un corazón pero con sus mentiras y manipulaciones éste se pudrió. La traición es lo peor (o mejor) que te puede pasar por que así te das cuenta que sólo puedes confiar en ti- Hace mucho que no necesito que me alimentes, gracias. No soy un neófito- Contesté rodando los ojos pero volvió a tener mi total atención por lo que estaba haciendo “Rayos, no lo hagas…No lo que estoy imaginando” pero acerté.

Tragué saliva al ver como clavaba sus colmillos en su muñeca. Estaba hipnotizada por esa sangre y a pesar de la lluvia podía olerla a la perfeccón. Tan deliciosa, aun recuerdo su sabor, muchsísimo mejor que cualquier sangre de una virgen- N-no…-Dije titubeando. Mi cuerpo no tardó en reaccionar, deseaba esa sangre, mi cuerpo, mis instintos mas no mi mente. Mis ojos se convirtieron en unos más salvajes toda la compostura que deseaba mantener se esfumaba, abrí la boca y mis colmillos crecieron-M-maldito…-Murmuré viendo aquella sangre correr, con deseo, los instintos son más fuertes.

Ya no podía más, volví a perder ante él pues con una fuerza que no sabía que tenía a pesar del hambre me safe y fui directo hacia si muñeca comenzando a beber su sangre como un animal desesperado que después de tantos días de hambruna por fin puede comer algo delicioso. Tomé su brazo para que no se separara, daba pequeños gemidos de placer al sentir cómo recorría mi garganta tan poderosa esa sangre. No lo hacía con delicadeza, enterraba mis colmillos lo más que podía desgarrando así un poco de su piel. Toda esta acción era hecha mientras lo miraba, con rabia. Por que él fue el ganador. Es lo que más coraje me daba por que no me gusta que alguien esté sobre de mí, yo siempre tengo que mantener el control en todo momento.

Eterno carmesí:

*Desde pequeña era igual quería tener el control de toda situación era lo que le molestaba en ese poblado y era lo que le molestaba siempre cuando estaba el presente, en el pueblo la mayoría de la gente tenía control por eso la atormentaron como lo hicieron y el cuando le "abrazo" tomo el control de su vida inmortal, podía decir que no tenía corazón y su coraje lo demostraba, ese deseo de no verlo jamas, era la prueba mas sencilla, su corazón sufría al ver a aquel que la "traiciono"

Cuando vio sus ojos brillar como esa noche deseando la sangre abrió la mano lentamente dejando que ella se liberara y le prensara el brazo como fiera salvaje comiendo su presa fresca, ¿hace cuantos días no había comido ? en verdad le hacía falta que el estuviera ahí a su lado, puesto a que el nunca la dejo estar así de débil aunque bueno esa era un segura ventaja para el en ese preciso momento, el hambre de ella, le había dado la ventaja y la victoria. Uso su mano libre para acariciarle la cabeza como a un cachorro de pantera, los gemidos de ella eran algo que podía apreciar cualquier noche pero el sabor de la victoria era lo mejor de ese momento* en verdad hace mucho que no comías...tranquila no tienes que agarrarme así, no me alejare yo te ofrecí esto ¿no es así ?*podía ver su odio en el ojos que se dejaba ver uso aquella mano libre para despejar el cabello y poder verle sus dos ojos, sentía como la sangre salía de su brazo directo por la herida y como ella devoraba con ansiedad aquel elixir pero no importaba la sangre de el tenía mucho poder se llenaría pronto sin que el corriera peligro, ya que eso es algo que nunca le enseño a secar a un vampiro hasta la medula*


No importa cuantos años te alejes, no importa donde te escondas, no importa que digas que no tienes corazón....*se acerco a su oído lentamente y susurro *  desde esa noche....me perteneces y te acabo de demostrar eso...tu odio no tiene justificación...pero el por que de eso te lo explicare con calma otra noche...por ahora solo aliméntate...recupera tu antigua gloría

*Las palabras que usaba eran palabras para hacerla y la verdad para humillar un poco su ego, demostrarle que el alejarse de el había sido un grave error y que ese elixir que llenaba su garganta su cuerpo y le daba poder era algo que los ligaba por la eternidad...era algo que la hacía perder siempre ante el*